domingo, 7 de septiembre de 2014

Ribera del Guadiana

Como llevo haciendo cada vez que tengo tiempo, he vuelto a visitar Portugal, esta vez, bien pegadito a España, sin perder casi nunca de vista el río que nos separa.

Algunos sitios son increibles, tan cercanos, pero inexplorados para mí, nunca había pasado tan cerca del rio en tantos puntos, sus carreteritas pequeñas, llenas de curvas, uníendo pequeños núcleos de población tan comunes en nuestro vecino país.

Partía no muy temprano desde el garaje, sobre las 9 de la mañana para ser exactos me ponía en camino.

 Nubes amenazantes durante toda la mañana, se irian ocultando después de unas hora de sol.


 Un selfie mañanero ahora que está tan de moda.
 Llegados a un punto del track cercano a Gerreiros do rio, el camino se convierte e una pequeña vereda que va por la orilla.


 Este punto es algo conflictivo, el track me decía que tenía que seguir recto, pero era imposible, paré la moto y caminé unos cuantos metros a ver si se despejaba, pero no existía camino, eran campos de cultivo, sin acceso posible, esta parte tuve que rodarla varias veces hasta encontrar un enlace.


 Llegados a otro punto, el camino se adentraba en el rio, ya hacía bastante calor y no pude contenerme las ganas de mojar los pies para refrescarme.

 Finalmente Alcoutim, con Sanlucar de Guadiana y su castillo en la orilla española.


 En Alcoutim, se celebraba algún tipo de feria, en el rio había bastantes embarcaciones para lo que suele verse por aquí.
Finalmente sobre las doce de la mañana hora española, el track, llegaba a un cortado que atravesaba un ramal del Guadiana, imposible pasar en moto, intenté buscar alternativas por los caminos adyacentes, pero me fue imposible, así que no me queda más remedio que regresar otro día y seguir investigando.
La última imagen es la de la paz y tranquilidad de un Kiosco a pie de embarcadero, donde una Sagres bien fresquita me alegraba el regreso a casa.