Ya le tocaba pasar una revisión exhaustiva a la moto. En el manual de taller indica que se deben revisar las válvulas cada 15.000 km, pero precisamente desde esos kilómetros no se han vuelto a revisar y la moto ya andaba por 46.000 km.
Aprovechando que había que desmontar bastantes cosas, se han cambiado aceite, filtro de aceite, filtro de aire, bujías de iridio y líquido refrigerante. Se han tenido que ajustar 6 de 8 válvulas que estaban fuera de rango, especialmente una válvula de admisión del cilindro delantero estaba casi pisada. Se ha pasado el Vacuum digital para sincronizar los cilindros. En cuanto a la parte alta del motor hemos comprobado que los cojinetes de los arboles de levas estaban perfectos, por lo que puedo estar tranquilo de que el motor no tiene desgastes por falta de lubricación, en una de las fotos puede verse que el aceite no está ni quemado, aun conserva un color tirando a marrón oscuro.