miércoles, 5 de febrero de 2020

Un poco de grasa y woah...

Después de la quedada para ir a tomar café que relaté en la anterior entrada, me quedé con un comentario de Jose, que era el anterior propietario de mi moto, que me dijo: el puño está muy duro, esto hay que engrasarlo.

Según él, el puño estaba algo cogido y no retraía a su posición de forma natural, pensé que era algo normal, ya que yo siempre lo he notado igual desde que la compré, pero claro, en cuanto lo miró pudo comprobar que algo no iba bien del todo.

Así que manos a la obra de nuevo, el domingo me quedé sin poder coger la moto ya que cuando quise arrancarla la batería estaba ko, así que le metí el cargador y mientras tanto aproveché para desmontar el puño, nunca lo había hecho, solamente había engrasado los cables y la zona donde están situadas las presillas del final de los cables, así que me decidí a sacarlos completos y pude comprobar como la grasa que había entre el puño y el manillar estaba de color gris claro, síntoma de estar mezclada con agua y arenilla que se va colando poco a poco. Retiré todo con especial cuidado, limpié bien con wd-40 y después puse aceite con base siliconada en lugar de grasa, aceitando también las fundas de los cables y voilá, vaya cambio, ahora la moto es distinta, el tacto se ha vuelto mucho más directo y es muy sencillo levantar la rueda delantera acelerando fuerte, parece mentira como un detalle tan tonto puede cambiar tanto el comportamiento de una moto. 

Me quedo con la idea clara de desmontar en cada cambio de aceite el puño, limpiar y engrasar.

Un saludo a todos.