jueves, 28 de enero de 2021

Un poco de atención

 Hace un par de días me obligué a ir al garaje para coger un poco la moto. La pobre, pareciese que me mirara con cara de pena y que necesitara que la sacaran a la calle, como si fuese un potro en la cuadra al que no se le dá libertad para estirar las piernas.

Así pues me dispuse a desconectar el mantenedor de baterias y montar la tapa lateral del cubrecarter cuando observo en el mismo protector unas gotas verdosas de anticongelante, ¡madre mía! no me lo puedo creer, si apenas le estoy dando uso ¿Como puede ser?

Me agacho, toco con la mano, busco con la linterna del móvil, nada, ni rastro. Lo doy por un incidente sin importancia, controlaré el nivel del bote de expansión con más atención. La última vez que la usé comprobé que el nivel no estaba en la medida y añadí yo sin usar el embudo, quizás fuí yo quien derramó las gotas.


Al arrancar el motor suena fuerte y rápido, la batería es nueva y el arranque es casi instantaneo, suena un estruendo considerable, los escapes Leo Vince con los dbkillers cortados son inasumibles para una circulación normal en el tráfico, son como dos truenos, ¡me encantan! pero empiezo a pensar que ya no tengo edad para estas cosas, me sonrio bajo el casco y aun así salgo a la carretera, paso por la gasolinera a llenar los depósitos y a dar gas, como tira la jodida, es una moto super directa, no creo que se vuelva a fabricar nada así para la calle, para competición puede, pero para la calle lo dudo, nos hemos vuelto demasiado correctos.

Un paseo corto, calentar el aceite, rodar la cadena, hacerla funcionar en definitiva.

Después de una hora vuelvo al garaje con una sonrisa de oreja a oreja, le doy un vistazo a la zona y no veo nada raro en el refrigerante.

Apago la luz del garaje, le paso la mano por el asiento y cierro la puerta pensando en cuanto tardaré en poder volver a cogerla. Al día siguiente nos vuelven a encerrar en el municipio por la 3ª ola del Covid-19.



miércoles, 13 de enero de 2021

El desánimo

Entrada triste y sosa, como el blog desde hace tiempo. Llevo bastante sin sacar la moto a pasear, la última vez fue en diciembre, la verdad que no pensé que me afectara tanto el tema de confinamiento y las restricciones, pero ahora mismo es lo que hay. 

Desgana, aburrimiento, llámalo como quieras pero en definitiva el blog está de capa caida, y es fiel reflejo de mi día a día.

No quiero forzar la situación, por que esas cosas no traen nada bueno, la foto que encabeza el post es de hace unos días, después del almuerzo decidí salir un rato, nada en especial, un paseo, pero me volví directo a casa tras unos breves minutos, estaba incómodo, con frío y torpe.