sábado, 25 de noviembre de 2023

60.000 km y cadena

 La semana pasada tocaba pasar la ITV, así que tuve que montar de nuevo los escapes de serie, tengo las gomas de carretera y he decidido no cambiarlas para esta temporada, mis intenciones son las de ir visitando una serie de puntos geográficos que tengo en mis pendientes de google maps.

He montado de nuevo el cofre y creo que voy a montar antes de nada los soportes de maletas como los tenía antes. Pero eso será motivo de otro capitulo en este blog.

La moto estaba un poco tocada en el tren de arrastre, la cadena, piñón de ataque y corona estaban ya muy estirados, aunque si mirabas con detenimiento los dientes del kit, no parecían muy afilados, la verdad que ya tenían un desgaste importante y la cadena estaba en sus eslabones bastante estirada. Esto provocaba que cuando aceleraba y cuando frenaba se producían golpeteos que te ponían de los nervios y que me hacían ir con mucho tiento en la conducción. Las brusquedades acentuaban esos golpes en la transmisión y me daban algo de miedo ya que una rotura de cadena puede producir un cristo importante.

Ahora con el kit DID (oro) reforzado todo es suavidad en el rodar.



Foto del marcador con los 60.000 km en su odómetro de los cuales la mayoría han sido de campear. Una verdadera moto de trail, que ahora mismo está casi en el inicio de su vida útil, como aquel que dice.

Dejo un par de imágenes de hace un par de semanas.




domingo, 1 de octubre de 2023

Y otra entrada más

Pensando en el casco, los kilómetros van pasando delante de mis ojos, el frescor de la mañana ayuda a conducir pensando en cada detalle de la carretera, mirando de reojo el paisaje, pendiente de cada curva y contra curva, sin otra distracción, pilotando, solo pilotando.

Ya estamos finalizando septiembre y el calor abrasador no me invita a realizar ruta con la moto, desde hace un par de meses la tengo montada con ruedas de carretera, aunque no dejo de salirme del asfalto, buscando aunque sea unas pistas suaves, donde puedo ahorrarme algunos kilómetros de asfalto de vuelta a casa.

Llevo saliendo algunos fines de semana de soslayo, el penúltimo me llovió, tuve que acortar la distancia ya que me estaba mojando bastante y no estaba equipado para conducir en lluvia. Pero me encontré genial encima de la moto, aunque el asfalto estaba mojado, el ritmo no bajó, iba acompañado por dos amigos que se quedaban atrás en las zonas de curvas, pero sin embargo yo andaba un poco en mi mundo y a pesar de ver las gotas en la visera, seguí al mismo ritmo que siempre, un goce la verdad.

A la vuelta me salí en la pista de Villanueva de los Castillejos hasta Cartaya, por el camino de Maltao, para evitar el agua y para sacar una foto de postureo.


El pasado sábado me subí hasta Mertola por la carretera de Alcoutim, bordeando el Guadiana durante bastantes kilómetros, una zona que me gusta mucho, tanto por el entorno como por las curvas que se suceden de continuo y la ausencia de coches. Otra gozada. 




Más fotos de postureo desde el Cerrinho das Neves y del mirador que se encuentra después de Guerreiros do Rio.

En breve tendré que llevarla a pasar la revisión de los 60.000 km, donde creo que tendré que hacerle distribución y amortiguación trasera. Pero esto será para otra entrada.

miércoles, 26 de julio de 2023

Por aquí seguimos

 Sábado después de una ola de calor asfixiante, aprovechar la oportunidad que el sol nos da es necesario después de varios días sin catar la moto.

No suelo comentar las salidas cortas, de poca entidad, pero este día me encontraba de nuevo rodando por las carreteras portuguesas que tanto me dan. La idea original era que no había nada planeado, ahora en el cruce a la derecha, el siguiente a la izquierda. Como siempre no te defrauda para nada el país vecino, enlazando trazados más o menos zigzagueantes, en mejor o peor estado, me marqué finalmente 16o km en apenas 4 horas, a una media de 40km/h cosa bastante difícil en algunos trozos que tomé. Ruta paisajista en su totalidad, visitando sitios donde he pasado ya y descubriendo trozos nuevos que a pesar de tenerlos relativamente cercanos no había pasado nunca.

Disfrute total que me hacen volver a afianzar que la moto que tengo actualmente es la que necesito.






martes, 6 de junio de 2023

La mente en blanco

Una mañana de domingo libre entre la amalgama de eventos sociales, deberes familiares y el trabajo que inundan estos días. Tengo una sensación algo extraña y pienso que después del confinamiento que pasamos hace un par de años, todo se ha magnificado, nada se hace con normalidad, cualquier evento por simple que sea debe ser celebrado, no sé si soy yo quien lo percibe así o es un sentir general.

Aprovechar estas horas para dar un paseo en moto es algo que se ha convertido en válvula de escape, una forma de estar a solas conmigo mismo durante la conducción, aunque vayas con otro/a compañero/a, la soledad que nos brinda el casco es algo que ahora mismo valoro muchísimo.

En estos días, diferentes noticias de índole familiar han hecho que necesite desconectar de todo y todos, para eso, me he dado cuenta que la moto es una gran herramienta y ya tenía ganas de volver a cogerla, todo sea dicho.

Ayer ya la llevé al taller para poder cambiar las cubiertas y volver a montar las Continental de asfalto, intentaré hacer alguna escapada más pronto que tarde, tengo algunos destinos en mi lista de posibles, a ver si alguna vez en mi vida consigo hacerlo realidad.

 

lunes, 20 de marzo de 2023

Al asfalto

 Pues anoto aquí mis dos últimas incursiones motociclisticas en el asfalto, sí, así es, de nuevo en carretera para terminar de aprovechar la goma trasera que estaba en las últimas y digo estaba porque después de los 250 km que hice el pasado domingo ya no hay goma.

Tengo que decir que las Michelin Anakee Wild han sido unas estupendas ruedas durante el tiempo que me han durado, más de 5000 km recorridos, mezclando todo tipo de terrenos.

Solo en las dos últimas salidas realmente por campo me han dado un poco de trabajo extra, pero era algo inevitable, el desgaste era más que evidente y aguantar la tracción de la 990 se me antojaba imposible.

Por esto y por no tener mucho tiempo libre estas semanas que han pasado, me planifiqué dos salidas por asfalto para ir a dos puntos que tengo guardados en mis mapas, suelo guardar sitios a los que me gustaría ir por su particular belleza o singularidad, o simplemente para recorrer algunas carreteras que merecen ser recorridas encima de una moto.

Así pues, durante unos días libres en el trabajo aproveché un día entre semana para ir a el mirador de Sierra Padrona, en el inicio de la Sierra Norte de Sevilla, la ruta hasta Santa Olalla del Cala desde mi pueblo lo disfruté como hacía tiempo que no disfrutaba una ruta, curvas y más curvas sin apenas tráfico y un rodar fluido, que me llevó en muy poco tiempo hasta el pueblo limítrofe onubense.

De allí dirección a El Real de la Jara, con su Castillo y sus calles típicas de pueblo, luego un par de carreteras de "Regional Preferente" con un sinfín de curvas que disfruté como un niño a pesar de no sobrepasar apenas los 60 Km/h. El día espectacular, la temperatura ideal y ausencia total de viento.

Quitarte el casco en el mirador y respirar hondo, escuchar solamente el ruido de la naturaleza era algo digno de ir a conocer, un buen rato observando el paisaje sin otra cosa que hacer más que disfrutar de donde estaba. Durante el regreso intenté hacer la ruta más larga, dando un pequeño rodeo por la Comarca del León, en el límite entre Huelva y Badajoz.

Un espectacular día motero con casi 420 km en el marcador y un magnifico sabor de boca.


Finalmente ayer, aproveché unas horas libres en la mañana de domingo mientras mi mujer y niños acudían a misa para volver a visitar Pulo du Lobo

Este sitio ya lo conocía, ya que lo había visitado en 2012 por primera vez y posteriormente por su otro acceso para llegar hasta el punto más bajo del salto de agua. Es un sitio singular debido a que no esperas que exista esas cascadas y saltos de agua en ese entorno. Me interesaba acudir de nuevo para observar las nuevas escaleras que se estaban haciendo para llegar hasta su parte más baja. Por el contrario me encontré con el camino cerrado, todo lleno de vallas que impiden el paso y una obra totalmente estancada, no sé bien a que se debe.

Después de esto, decidí subir hasta Serpa y visitar su peculiar población, típica arquitectura portuguesa que realmente en algunos sitios es muy llamativa. La visita fue muy rápida, solamente paré mi moto para admirar algunos puntos que me llamaron la atención, pero la falta de tiempo me impedía detenerme más, todo esto incluso me condicionó ha no realizar ni una sola fotografía.

El regreso lo hice por Paymogo, donde se estaba celebrando la feria del Gurumelo, un recorrido de 250 km que me han servido para afianzar mi idea de volver a repetir con los Michelin Anakee Wild, pero esto será más adelante, por que viendo la falta de tiempo para salir en moto, voy a dejar un poco apartada la moto por ahora.



miércoles, 22 de febrero de 2023

Y otra más de largo recorrido

 El sábado pasado nos reunimos tres moteros para salir al campo, volver a rodar por la zona de Portugal, aunque finalmente subimos por España.

Salimos en la mañana y como llevaba tiempo de sobra me lancé al sitio de quedada dando un pequeño rodeo por el campo, durante este corto trayecto me sucedió una cosa que podría haber sido el preludio de lo que nos esperaba luego. En un paso de un arroyo, donde había estado trabajando maquinaria pesada, al ir a cruzar hundí la moto más de lo que esperaba, llegando el agua hasta las botas, menos mal que son impermeables hasta cierta altura.

El ritmo de rodada fue alto, no de locos, pero sí lo suficientemente rápido como para ir devorando kilómetros rápidamente. En pocas horas estábamos casi en el lugar de almuerzo, a escasos 9 kilómetros de Rosal de la Frontera.

En este punto llegamos al arroyo Tamujoso, con un paso que para nuestra sorpresa llevaba bastante agua, en un momento dado, valoramos dar la vuelta, pero animados por ser tres, fuimos pasando primero una moto, luego otras dos. Aquí no acababa la cosa, justo después del vadeo, con apenas unos metros de carrerilla teníamos una subida bastante graciosa, la cosa no pintaba muy bien sin llevar tacos, pero aun así y viendo que ya estaba encarado, metí primera y le dí con decisión, pero en un escalón que había a media subida perdí la rueda trasera y me quedé sin tracción, menos mal que mis piernas son bastante largas y pude aguantar la moto para que no cayese al suelo.

Después volvimos al ritmo de antes y llegamos antes de las dos de la tarde a Rosal de la Frontera, allí nos tomamos unos bocatas en un merendero y dejamos secar nuestros calcetines, que estaban empapados tras el vadeo. Tras el almuerzo volvimos a rodar hacía el sur, pero esta vez nos metimos en Portugal, enganchamos el track en Vilaverde de Ficalho y en menos de una hora llegábamos de nuevo a Paymogo.

En este punto me separé de mis compis y volví a casa por carretera, al sentirme realmente cansado, creo que no me he terminado de recuperar del proceso gripal de la semana pasada. El domingo volvía a tener un ganglio de la garganta inflamado y un poco de malestar general.

En definitiva una buena ruta en buena compañía, aunque me quedé con las ganas de hacer el track de vuelta, será para otra ocasión.

Dejo algunas fotos para recrear lo antes escrito.


















domingo, 29 de enero de 2023

Ruta del Tinto

 Mucho tiempo hacía ya desde la última vez que rodé por el campo en plan ruta. Desde hace semanas o incluso meses, ya que mis últimas incursiones no han sido todo trail como a mí me puede gustar, he rodado mucho por carretera, caminos y senderos, pero como solo partes para volver o ir a algún punto concreto.

Después de Reyes intenté una incursión en la Sierra de Huelva, con unos tracks que recopilé de Wikiloc, para intentar unir Cortelazor con Cumbres de San Bartolomé y Jabugo. Un fracaso a nivel track, no es posible unir estos pueblos por senderos que no sean rutas senderistas para hacer a pie o en bicicleta, muchas cancelas y terrenos ganaderos.

Hoy por fin, teníamos un día libre, pensaba salir a mi aire para rodar algún tramo que tengo cargado en el GPS, pero finalmente me uní a Javi para rodar la ruta del Tinto.

La mañana se presentaba fría, muy fría, tan fría que antes de llegar a Gibraleon y después de solo 30 kilómetros tuve que parar por que no sentía la mano derecha, incluso llegué a sentir un dolor bastante agudo, la primera vez que me pasa en mi vida, no notar los dedos es una sensación realmente desagradable.

Tras una parada de unos diez minutos, comencé a notar sensibilidad en los dedos, así que manos a la obra y a rodar ya ahora sí por el track, aunque ya llevabamos retraso. En Villarrasa comenzaba nuestra ruta, pero antes pusimos gasolina a la moto de Javi y desayunamos una buena tostada con jamón y un café que me sentó como una gloria.

Los primeros kilómetros fueron bastante rápidos, en un par de zonas iba realmente ligero, con un ritmo que me sorprendía a mi mismo, pero pronto el cansancio me llegó, estoy muy bajo de forma, mi moto pesa bastante y como no esté fuerte, me dura poco la batería. Tanto estaba disfrutando que en una zona de arroyuelos y bastante sombría, en bajada, pisé con la trasera musgo y como ya tengo la goma lisa, me patinó y se me fue la moto hacia las zarzas, nada reseñable, simplemente el zapatazo en el suelo no evitó que la moto se me fuese hacia la vegetación.

Todo el día hemos rodado a un buen ritmo, aunque en algunos puntos nos hemos despistado, se nota que andamos bajos de práctica.

En Valverde parada técnica para almorzar y después iniciamos el regreso por carretera ya que el día nos ha cundido bastante y el tramo que nos quedaba por hacer era más de los mismo y nos alejaba de casa.

Las únicas fotos las he sacado cuando hemos parado en el dolmen de Cabezuelo.