Este sábado nos reunímos unos cuantos aguerridos moteros con la idea de ir a rodar por Portugal y luego quedarnos a comer en Montegordo.
Yo no pude confirmar mi asistencia hasta prácticamente el jueves y no podía quedarme a la comida por que tenía que recoger a la familia temprano después de comer. No me apetecía llegar a comer y salir por patas con un par de cervezas encima y el estómago lleno.
Por la mañana quedamos en la gasolinera que hay justo antes del puente y después de que todos llegaran pusimos rumbo a Castro Marín para desayunar y yo en mi caso a tomar un café, el segundo del día.
La ruta no defrauda, subida por una carretera serpenteante que sigue el curso del río Guadiana hasta Alcoutim. Alli, cervezas, risas y planes, como siempre, la bajada fue algo más pesada, el calor ya apretaba bastante y no me sentía cómodo con las gomas y el peso de las maletas.
Finalmente llegué a casa a tiempo, acalorado y contento, supongo que seguiré saliendo a rodar cuando me lo permitan los compromisos, aunque está el precio de la gasolina como para pensarlo dos veces.
