lunes, 25 de febrero de 2019

Calambres

Ruta por Valverde-Beas.

Se juntaron en menos de 20 días 5 motos para volver a salir por la zona del Valverde y embalse de Beas, una zona que conozco bastante bien, aunque en el campo nunca pasas por todos los rincones.

Era una ruta diferente a las que suelo hacer, ni mejor ni peor, simplemente diferente, es otra forma de disfrutar de la moto, buscando algunos puntos más complicados, reduciendo el recorrido pero aumentando el disfrute por la dificultad técnica de algunas zonas.

La 990 me ha demostrado que es una moto ideada para el off-road, tiene cualidades innatas en lugares que para mí en otras ocasiones me hubiesen supuesto un reto aún más difícil.

Personalmente me he visto bien, tenía en la cabeza que la del sábado sería una ruta diferente, siempre he ido buscando las rutas más largas, menos ratoneras, todo lo contrario a lo que hicimos el sábado.
En mi interior tuve que cambiar una forma de pensar y unas inercias que tengo ya interiorizadas, el evitar las complicaciones no valía esa mañana, esa mañana salía a buscar esas complicaciones.

El campo y el recorrido tenía zonas espectaculares, un día esplendido, en algunos momentos caluroso y polvoriento. Después de hacer parada en Valverde para tomar un refrigerio mi cuerpo me dió un bajón, entre el esfuerzo físico que me supone mover los 200 y pico kilos de la 990 unido al calor que ya apretaba me hizo bajar el tono, pero poco o nada se podía hacer, intentar ir a un ritmo más tranquilo, mirar un poco más lejos y mantener constante la atención. Esto dió sus frutos y no tuve ningún incidente digno de reseñar.

Como colofón una sobremesa espectacular en un entorno campero que deja un sabor de boca increible y que recordaré bastante tiempo. El regreso a casa fue un camino alegre repasando mentalmente los mejores momentos del día.

Dejo aquí varias fotos del día.











lunes, 11 de febrero de 2019

Domingueros al campo

Ayer salíamos un numeroso grupo de moteros al campo y por fin a la misma vez y con los mismos planes.
Desde por la mañana el ritmo fue bueno, aunque el querer dar una vuelta entre Lepe y Cartaya por campo hizo que llegasemos al punto de encuentro 12 minutos tarde, agrupamiento, saludos y nos ponemos a rodar, enseguida me sorprendió la gran cantidad de polvo que se levantaba a nuestro paso, en un grupo de 7 motos aquello sería una romería.
A los pocos kilómetros de salir, en el cruce del río Odiel en Gibraleon ya nos separamos 3 motos para hacer el paso por el puente, después de eso rodamos hacia Trigueros y enlazando por la pista que va hasta Fuente la Corcha, esto provocó un poco de desorden, algunos esperaban, mientras otros avanzaban y finalmente después de un buen rato nos agrupamos por fin, no sin un gran retraso en el tiempo, el track ya sabía yo que no lo haríamos completo.
Después de eso por fin unos cuantos kilómetros a un gran ritmo, primero detrás de Antuan con su 690 que se me hacía difícil seguir en zonas reviradas y después tirando del grupo todo lo que podía, pero la pista hasta Calañas con su suelo pedregoso y curvas cerradas no facilitan el trabajo a la 990 que con su peso y potencia te ponen rápidamente en tensión. Un pequeño susto por entrar más fuerte en una curva me hizo concentrarme aun más y dejar que fueran otros los que tiraran del grupo.
Después de una gran charla el camino siguió por otro camino bastante polvoriento que finalizó en Villanueva de las Cruces, aquí Javi y yo nos despedimos saliendo escopetados por carretera hasta casa, yo por mi parte volví a enlazar una pista entre Tariquejos y Lepe para terminar lavando la moto con una sonrisa en la cara y 190 kilómetros en el marcador.
Fotos pocas, casi ninguna.



Añado algunas fotos que me han pasado.




miércoles, 6 de febrero de 2019

Modificación de Pata de cabra.

Pues ayer por la tarde no retrasé más la intervención sobre la pata de cabra, para entrar en antecedentes diré que mi actual moto es una Ktm 990 Adventure Efi 2008, con un recorrido de suspensión de 220 mm en su tren delantero y 230 mm en su tren trasero.

Estas cotas están modificadas en mi moto hasta la no despreciable cifra de 265 mm en ambas ruedas, esto además estaba incrementado hasta 275 mm en su parte delantera mediante el uso de ambos suplementos que precargaban el muelle de las horquillas y que las mantenía estiradas prácticamente todo su recorrido útil.

Esta modificación había traido aparejada un aumento en la distancia hasta el suelo y por ello la pata de cabra había sido suplementada, pero dicho suplemento creo que fué demasiado optimista y dejó la moto en un compromiso demasiado justo entre apoyo lateral y verticalidad, no sé explicarlo mejor, la moto quedaba demasido vertical sobre su pata de cabra y en determinados terrenos estaba inestable y me había dado ya varios sustos por que la moto en ocasiones tiene tendencia a tumbarse hacia el lado contrario. Todo esto se acentuó hace unos meses cuando decidí cambiar los retenes de las horquillas y quitar el suplemento de los muelles, hasta que llegó el fatídico momento que yo intuía. La semana pasada después de volver de ruta, con la moto recien lavada, fuí a dejarla en el garaje y entre la verticalidad, las botas de campo y que se me resbaló el asa trasera por estar húmeda todavía la moto se me fué al suelo sobre su costado derecho, el que está más maltrecho y al que había cambiado el protector de depósito por uno nuevo e impoluto. Después de varios insultos maldiciendo mi mala suerte decidí acometer el trabajo yo mismo, y eso vengo a contar.

Ayer por la tarde realicé un corte a la pata para quitar al menos unos 6-7 mm a la medida de la pata de cabra, mi primera intención había sido sustituirla comprando una pata nueva en Ktm para el modelo S que me iría que ni pintada, pero un precio absurdo hizo que me arremangara la camisa y me ensuciara las manos.
Para mayor información diré que he recibido curso de soldadura con eléctrica y oxiacetilénica en mis años mozos, pero hace ya por lo menos 19 años que no lo hago, así que no tenía yo mucha confianza en mis dotes, tratándose además en una pieza hueca que te obliga a tener un poco de cuidado de no derretir el material o soldarlo doblado. El equipo usado para ello tampoco es que fuera muy allá, una eléctrica de mi suegro con casi los mismo años que yo, que no tiene termino medio, o funde el mismísimo infierno o no calienta nada, todo ello unido a unos electródos comprados en el chino de la esquina hacían el remate final. 
¿Quién dijo miedo? con la radial corté la pata y ya el daño estaba hecho, ya no quedaba más que el paso al frente, con más miedo que vergüenza acometí la tarea y después de lijar, pintar y montar este es el resultado.


 No quiero engañar a nadie y debo decir que de cerca se pueden apreciar fallos en el cordón de soldadura, pero no puedo quejarme ya que tuve que ir soldando y girando la pata sobre el banco de trabajo, si hubiese sido un solo cordón quizás habría quedado mejor, pero supongo que la pata aguantará el peso de la moto y su uso durante unos cuantos años.


Ahora la moto descansa más inclinada y creo que suficientemente segura.