Mi ruta de las Arenas solo puedo calificarla de excepcional,
tanto por las expectativas creadas como por su ejecución final.
El día empezó bastante pronto, a las 7:30 de la mañana ya
estaba en el garaje repostando la moto, engrasando cadena, vistiéndome.
Salimos desde Lepe, Javibandit y yo a las 8 de la mañana,
ruta por carretera hasta Almonte que nos hizo acordarnos de nuestras camas por
el frio que pasamos por culpa de la niebla desde San Juan del Puerto hasta
Rociana.
Pero todo ese frio desapareció cuando llegamos al lugar de
quedada, todos revoloteando de un lado a otro, de moto en moto, saludando a
todo el mundo, menudo ambientazo, ¡parece un partido de fútbol coño! Esto es
afición ¡Ole!, todo son buenas caras y cachondeo general.
Bueno, esto empieza ya, Antuan nos dá la salida, mi grupo lo
forman Maquinistanaval, Albertolegia690, Isidoro, Javibandit y yo, en cuanto pisamos arena, me doy cuenta que voy
a sufrir, mi moto anda lo que anda y dá lo que dá, mucha vista y ojito con las raíces
que en los primeros kilómetros ya me advertían que como me despistara con ellas
podían darme un buen susto.
A los pocos kilómetros una montonera de tios, ¿Qué pasa ahí?
Nada el Soriano que está dando de beber a la burra, está todo bien, seguimos.
Empiezo a calentar y cada vez voy mejor, apurando marchas,
intentando no quedarme en algunas zonas, pero mi moto es cabezona, se empeña en
meterse en las roderas y no quiere salir, así que a bregar toca, en varias
ocasiones me veo con el manillar doblado y la moto recta, pero ahora mismo
estoy tan en forma que no me importa, sigo, estos me están esperando ahí
delante. Ya me estoy gustando, poco a
poco cojo el "flow", pero en las zonas más técnicas todo el mundo me pasa como
si yo fuese parado, cago en la mar, ritmo Manuel, ritmo y no pares.
La moto me
petardea, la subo de vueltas y en varias ocasiones se me sale del camino y tiro
por el campo, estoy disfrutando como un niño chico. Me veo a mi mismo debajo
del casco con la lengua fuera como Michael Jordan en sus mejores momentos,
estoy sufriendo, pero estoy disfrutando más que nunca.
En una de las pequeñas paradas me pongo a pensar en lo
curioso que es el ser humano, el año pasado después de recuperarme de la
fractura de clavícula me ví en las Arenas First Edition, con todo enfangado y
navegando en el campo junto con
Maquinistanaval, varias veces pensé que me quedaba allí hundido hasta que en
verano el sol lo secara todo y pudiese sacar la moto, pero la recuerdo con
cariño por lo bien que me lo pasé.
Llega la zona más mojada, charcos por todos sitios, me digo
a mi mismo que tranquilo, no mojes mucho la moto o se te parará, mi moto huye
del agua como gato escaldado, seguimos bien, aquí están estos, vamos que no se
diga.
Palos de la Frontera está aquí ya, esto va bien, vamos a
buen ritmo, o eso pensaba yo, cuando entro en Palos lo primero que veo es la
Vespa de Sputnik aparcada en el bar, ¿yo aquí dándolo todo y este tio está ya
en el bar de cervecitas? Yo me voy para Lepe ahora mismo y me tapo la cabeza
con una manta.
Cuando se me pasa el sofocón seguimos ruta, el camino discurre ahora entre fincas, le damos caña a las motos en las rectas para ganar algo de
tiempo y rodamos a buen ritmo junto con Tarisia, Mollete, Sputnik, Alberto,
Javi, etc. Llegamos al vadeo donde está Antuan con la cámara, ahora toca dar
espectáculo y paso el vadeo con el puño a tope y en primera para levantar agua,
pero a la vez pasa Maquinista con la 990 que sonaba como el Ferry de Ceuta y mi
moto a su lado parece una vespinillo, ¡cagon la leche este tio! ¿A que paso
otra vez yo solo?
Después de un ratillo decido salir para ganar un poco de
ventaja al grupo y que no tengan que esperarme y cojo un tramito bastante
rápido y seguro, coño ahora que le voy cogiendo el truco a esto parece que se
acaba el track, encima, para rematar la faena, en una de estas el motor acelera y la moto no se
mueve,
- Ostia el embrague, la cagamos Manolo, la cagamos, hasta
aquí llegué. Es lo primero que pensé.
Pero la moto responde tras unos segundos y decido meter tercera y no
estropear la fiesta al grupo, seguid vosotros que yo engancho el camino de
Moguer y tiro para el Restaurante. Me pongo a rodar en solitario hasta el Alto
la Piedra pensando en lo bien que lo he pasado y en la cervecita que me voy a
meter entre pecho y espalda.
La comida, la charla, el ambiente, todo está genial y me
recuerda por qué me hice socio de este Club, espero veros a todos en la próxima
salida Cetera.
Aquí os dejo mi crónica en primera persona de La Ruta Entre
Arenas y Pinares second Edition (esperamos que haya una tercera)
Un saludo.