lunes, 31 de agosto de 2015

Hacer deporte ayuda...

Siempre, y digo siempre, he hecho deporte, esto no me coloca en ningún top-cinco de ningún ranking ni mucho menos, pero he sido capaz de superar varios aspectos que todos los médicos ponían en mi contra durante mis años mozos. Sí, desde pequeño, los médicos veían en mi un niño demasiado alto y desgarbado para mi edad, ya desde bebe, en mis primeros pasos me pusieron unas plantillas horrorosas para curar mis pies planos, gracias a Dios que uno de los tantos pediatras que me vio durante mi tierna infancia tuvo la lucidez suficiente para ver que me estaban destrozando las piernas y estuve incluso varios meses con protesis para enderezarlas después del estropicio que habían causado en mí aquellas plantillas.

Posteriormente los traumatólogos me citaban cada poco tiempo para observarme la espalda, que no iba bien, o eso decía mi madre, todas las citas me decían que iba a estar doblado como una alcallata, pero con el tiempo milagrosamente seguí creciendo con normalidad, más alto que todos los niños de mi edad, más delgado que ellos, pero sano al fin y al cabo.

Gracias a un entrenador de baloncesto que habló con mi madre cuando yo contaba con 12 añitos, descubrí el mundo del deporte, yo antes había jugado al futbol, al voleybol, bicicleta, etc como cualquier otro niño, pero desde aquel momento todo cambió, empezaba a entrenar, rutinas, partidos, compromiso, constancia, esfuerzo físico. Todo aquello consigió por si solo que los problemas de espalda, de cadera, de rodilla, en fin todo, se fuese solucionando con el trabajo físico. He sido un tio bastante sanote toda mi vida, nada de enfermedades, salvo los típicos resfriados y las lesiones que me he provocado yo mismo o en alguna actividad, ni siguiera un hueso roto hasta que no tuve 30 añazos.

Todo esto ha cambiado, desde que nació mi hija he dejado de hacer deporte, ya no nado, no corro apenas, solamente la moto (si puede considerarse deporte) es lo que hago, este invierno intenté volver al gimnasio, pero me quedé en el intento. Llevo varios periodos más o menos largos con dolores de espalda que no consigo que remitan, en las radiografías no logran ver nada anormal y mi musculatura está bien, no hay pinzamientos y parece que la postura en la moto me intensifica esos dolores.

A ver el cariz que va tomando el asunto, por ahora el médico me aconseja sesiones de natación, ejercicios específicos de espalda y dejar un poco aparcada la moto. Estoy de acuerdo en todo menos en lo último, por ahora busco soluciones modificando el asiento de la moto, a ver que puedo conseguir.

1 comentario:

  1. Trompetas del Infierno8 de septiembre de 2015, 14:10

    Compañero, el deporte es salud y diversión.Si no hay diversión, pronto lo abandonarás, así que búscate algo que te llame de verdad (nadar es lo más aburrido del mundo, por muy bueno que sea para la espalda...). Tú eres muy alto, y tu columna lo sufre. No seré yo el que te prescriba tratamiento específico. Vivimos en unos tiempos en los que tenemos montones de opciones a nuestro alcance para practicar deporte, pero ¿sabes lo que tenemos?
    Tiempo.
    Como bien dices, y has dado en la clave, tener niños pequeños es como tener un vampiro que te va chupando energía, tiempo, dinero... y lo malo es que hay momentos en que no ves el final. Pero pasará, tenlo claro.

    ResponderEliminar