viernes, 17 de febrero de 2017

Aventuras del día a día

En alguna ocasión me gusta llevar la moto al trabajo, normalmente lo hago entre semana cuando tengo planeado salir el siguiente fin de semana.
Ayer lo hice y claro, uno se arriesga a encontrarse cosas inesperadas y caminos que suelen ser poco menos que una autopista en condiciones normales, después de varios días de lluvia se convierten en una trampa mortal.

Esta foto está hecha después de una hora de luchar contra una poza de fango, imposible de sacarla andando, me deslomé tirando y empujando hasta que decidí pedir ayuda para sacarla, no parece gran cosa, pero en realidad es una trampa de fango que te atrapa y no te deja salir, hacia adelante imposible, esa lengua de tierra es mentira, debajo había litros y litros de agua que te hundían hasta la rodilla.
Resultado final, la moto con 20 kilos más del fango pegajoso, yo con la ropa y zapatos totalmente empapados y unas agujetas que me han quedado en las piernas que me parecen hasta mentira.

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