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He desmontado las defensas, después de una ruta de 400 km y varios dias conduciendo con ellas por ciudad, no me siento nada cómodo, me dan las rodillas, cuando freno fuerte no puedo acoplarme bien a la moto, es lo que tiene ser patilargo. Además me transmiten vibraciones del motor, calor del radiador directo a las piernas y el material de las defensas se pone bastante caliente, silvan en carretera. Lo que realmente ha resultado más molesto ha sido el espacio que queda entre el pie derecho y la defensa justo cuando vas a frenar con el trasero, molesta muchisimo y me ha producido un par de sustos al ir a frenar con el de atrás y chocar la bota con la defensas.
Definitivamente ha sido una compra precipitada, en fin, de todo se debe aprender.
Pues esta mañana la he pasado en el garaje, montando las nuevas defensas de la marca Puig en la GS, se ven robustas y no son muy pesadas, su acabado es mate y rugoso, por lo que no desentonan mucho en la moto, si fueran brillantes no me molarian tanto.
El montaje a sido bastante fácil, un poco de complicación en un punto donde se unen las dos defensas ya que venía con un tornillo de medida equivocada, pero por lo demás, supersencillo y rápido, ahora habrá que rodar un poco con la moto y después hacerle un reapriete.
No espero que me salve los plasticos, pero las escogí precisamente por que llegan a la altura del radiador y espero que en alguna caida me los proteja de que toquen el suelo.
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