martes, 7 de abril de 2015

Portugal de nuevo.

Como me gusta el país vecino, me siento como en casa, sus caminos, aldeas, paisajes, puedes ir a muchos sitios todos diferentes en muy pocos kilómetros y ya si hablamos del entorno del rio Guadiana pues para que voy a decir más.

La ruta se planteaba sencilla, muy larga, es cierto, pero debido a su sencillez y pocos puntos complicados decidí alargarla hasta Mertola, aunque desde bien temprano sabía que no llegaría al punto final, las obligaciones y la familia mandan. En otras ocasiones, al rodar en solitario no me ha resultado difícil llegar a Mertola desde Castro Marin, pero está claro que cuando se juntan varias motos, la cosa se atrasa bastante.

Resumiendo un poco decir que la ruta fue para mí como me esperaba, disfrute total, buen ritmo, cada vez más alto, este detalle de la velocidad me está obligando a plantearme seriamente el desconectar el ABS de la motocicleta para poder hacer frenadas más fuertes, o bajar el ritmo, que con una moto de más de 200 kg, creo que es lo más aconsejable y es que en algunos puntos se llega a ir bastante rápido por lo que en bajadas de piedras sueltas o curvas cerradas con gravilla o piedras, me las veo canutas para controlar las inercias.

Hubo algún percance que otro con motos que se ponen a pastar o exceso de fogosidad, pero afortunadamente se quedaron en simples anécdotas.








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