lunes, 18 de diciembre de 2017

No es lo que parece.



Podría pensarse que desde que compré la Ktm no he podido disfrutar de ella por estar todo el día trasteándola y reparando cositas, pero como puse en entradas anteriores quería darle un repaso para mi tranquilidad y además, aprender todos sus trucos y peculiaridades.

En estos días de puente y de descanso no he podido usarla todo lo que yo tenía pensado, pero al menos un par de escapadas pude hacer, una a la Sierra y otra de ellas para ajustar cositas a la suspensión, que ya empiezo a entender y que supongo que se van a quedar como están ahora mismo.

Así, una tarde aburrida que no sabía bien qué hacer, me dirijí al garaje con la idea de montar las palomillas secundarias a la inyección y de paso desmontar la bomba de combustible que tenía que cambiar los filtros de la misma, da un poco de trabajo el tema de la bomba, pero después de ver el estado de los filtros tengo que reconocer que era absolutamente necesario este mantenimiento. Ahora sí, puedo decir que la moto queda como está ahora mismo, con un tacto más suave en el puño de gas, suspensiones más confortables y una revisión completa hasta dentro de 7500 km.

No hay comentarios:

Publicar un comentario