En el límite del bien

O el límite del mal.

El fin de semana se presentaba algo incierto, lluvias, tormentas ocasionales, mucho sol, todo era incierto, el mismo viernes en la zona llovía torrencialmente la noche antes, pero estaba totalmente decidido a salir en moto.

Sin saber muy bien si incumplo el ordenamiento jurídico, me aventuré a sacar la moto del garaje, vestime de romano y salir al campo.

¿Y como estaba el campo? Increible, sin polvo, charcos por doquier, vegetación, animales, una maravilla. En varias ocasiones paraba la moto y me quedaba mirando a mi alrededor, escuchando el silencio roto por el murmullo de la brisa y los pájaros. Madre mía, hace mucho tiempo que no disfrutaba tanto con un paseo en moto.

Después de la tormenta siempre sale el sol.