Y no me refiero a que me haya pasado algún percance fisico, si no más bien, una serie de catastróficas desdichas como la película.
Hoy me ponía en marcha para cubrir un recorrido bastante ambicioso hasta el Cabo de San Vicente en Portugal, la he intentado hacer 3 veces y solo pude acabarla una. La ruta comienza en Castro Marim y recorre casi trescientos kilómetros por las carreteras más reviradas y viariadas del Algarve portugués.
Esto provoca que el ritmo sea bastante lento, no más de 50 km/h de media, por lo que necesitas unas cuantas horas para llegar y otras tantas para volver.
A las 10 de la mañana me ponía en marcha con las maletas montadas, para meter unas cinchas y el traje de agua, ya que el tiempo amenazaba lluvia, no mucha, pero claro, al pasar por Monchique, la lluvia estaba asegurada.
En los primeros 70 km la moto al bajar por un carril de tierra y piedra, después de hacer una foto de rigor, no quiere arrancar. Cara de circunstancias, ya que el sitio donde está parada impide que pueda moverla hacia la carretera más cercana y pedir la asistencia. Así que manos a la obra. La moto gira, la batería mueve bien el motor, aceite bien, fusibles bien. Pero no arranca, pienso que puede ser la bomba de gasolina, ya que cuando se tiene que cambiar el aceite tienes que desmontar el deposito izquierdo, donde está la bomba de combustible, además de las conexiones de la bomba, aforador y conexión rápida de la linea de gasolina. desmonto todo, desconecto y conecto de nuevo todas las fichas, pero nada. Finalmente me fijo que la conexión de la gasolina está bien, pero se ha salido lo justo para que el cierre rápido haga su trabajo y no deja pasar la gasolina. Aprieto bien la conexión y pruebo a arrancar, la moto por fin arranca, más de tres cuartos de hora perdidos en desmontar y comprobar todo, pero al menos he encontrado el fallo. Para terminar de rematar la faena, viene una racha de viento y como solamente tengo el deposito derecho montado, la moto se cae al lado contrario de la pata de cabra. ¿que más puede pasar?
Finalmente levanto todo, recojo el estropicio que se ha montado, todos los tornillos por el suelo, las herramientas, todo por una zona pedregosa, otros 10 minutos para encontrar todas las cosas. Pero estaba decidido a seguir hasta el final.
Dejo aquí unas fotos que hice antes de que la moto fallara y después.
En esta foto ya había logrado arrancar la moto y tenia las herramientas recogidas después de haber levantado la moto del suelo, aunque parezca mentira la moto no sufrió ni un rasguño.
El regreso a casa se ha hecho bastante pesado, las nacionales portuguesas están llenas de tráfico y de rotondas, un horror, pero todo sea por evitar volver por autopista. Visto lo sufrido en el regreso bien me valdría haber pasado por el arco del peaje al entrar en Portugal y volver por la autopista, aunque creo que si no me hubiese pasado el incidente de la gasolina podría haber vuelto de forma más tranquila, parando a merendar, tomar café, etc...
Una cosa buena que me llevo, es que he podido comprobar que las herramientas que llevo en la moto me valen perfectamente para acometer alguna que otra incidencia, me han permitido desmontar bastantes partes de la moto, aunque todavía me falta hacerme con una llave que me permita aflojar la rueda, esa es la única que me falta, espero no tener que necesitarla.
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