lunes, 11 de marzo de 2024

Probando las nuevas gomas

Sábado con previsión de lluvias, pero, ¿que somos, leones o huevones? 

Viendo bien las horas de la previsión, tenía una ventana sin lluvias entre las 10 y las 12 de la mañana, pero finalmente falló y durante prácticamente toda la ruta me estuve mojando. Pude comprobar que la chaqueta de KTM no es totalmente impermeable, aunque aguantó bastante bien casi hora y media de lluvia ininterrumpida y no llegó a calar totalmente en muchas de sus partes.

El motivo principal de salir, es que soy un ansias y tenía ganas de probar la nueva goma trasera que he montado para sustituir las que tenía montadas, unas Contitrail que han resultado ser una gomas estupendas para carretera y hacer rutas con ellas, buena duración, un gran agarre y la verdad que mucha confianza en cualquier estado de la carretera. La trasera la he gastado casi en su totalidad por el centro de la banda de rodadura, los laterales estaban también gastados, pero evidentemente mucho menos que el centro, lo que si tenía la rueda delantera totalmente afilada, desgastada más por los laterales que por el centro. Una goma delantera que agarraba con firmeza y que te dejaba entrar frenando en apoyo en muchas curvas, por eso ese desgaste lateral que además se acentúa debido a que son gomas muy finas.

Tenía la opción de montar de nuevo las Anakee que tan buen resultado me han dado, pero me picaba la curiosidad de usar las nuevas Mitas enduro Trail, que sustituyen a las E-07. Un taco más marcado, bastante goma para gastar y sin embargo, ruedan sin apenas ruido por la carretera, me sorprendió gratamente este aspecto.

Como iba diciendo, el día estuvo pasado por agua en gran parte y el terreno estaba francamente mojado, me resultaba raro conducir la moto cuando el agua creaba arroyos en los caminos, hacía mucho tiempo que no me pasaba esto. La piedra mojada y el barro no le causaron ningún contratiempo a la goma trasera a pesar de ser nueva y estar con presiones altas después del montaje. Solamente un par de sustos en la delantera que sí se movía de forma más crítica sobre todo en algunas bajadas en curva.

Finalmente unas 3 horas de ruta, zonas conocidas, aunque me lo pasé genial por el estado del terreno, que me hizo emplearme a fondo en la conducción. 



Cara de pollo mojado, parada para hacer un par de fotos en el momento que dejó de llover.


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